Ecuador es uno de los países más biodiversos del mundo, gracias a su geografía variada y a la presencia de regiones como la Amazonía, los Andes, la Costa y las islas Galápagos. Sin embargo, su riqueza biológica se encuentra en constante amenaza. Las especies endémicas, aquellas que solo existen en nuestro territorio, son especialmente vulnerables, ya que cualquier alteración en sus ecosistemas puede significar su desaparición definitiva.
1. Destrucción y fragmentación de hábitat
El avance humano ha traído consigo la tala de bosques primarios para convertirlos en zonas agrícolas, ganaderas, mineras y urbanas. Esta transformación rápida e indiscriminada del paisaje ha reducido los espacios naturales, dejando a muchas especies sin refugio ni alimento.
Consecuencias directas:
-
Las especies que requieren condiciones muy específicas —como ciertos niveles de humedad, sombra o temperatura— no logran adaptarse a los cambios. Por ejemplo, muchas ranas andinas mueren si desaparecen los bromelios donde viven o si se seca el musgo que las mantiene húmedas.
-
La fragmentación de ecosistemas convierte los bosques en "parches" aislados entre cultivos, lo que impide que los animales migren, se reproduzcan o encuentren comida, llevando a la extinción local.
-
Los incendios forestales intencionales para “limpiar” terrenos o habilitar pastos también destruyen hábitats complejos en pocas horas.
La región más afectada es la Costa, especialmente Esmeraldas y Manabí, donde los bosques tropicales han sido reducidos en más del 70%.
2. Cambio climático
El cambio climático es una amenaza global que tiene efectos locales muy concretos. Ecuador, a pesar de ser un país pequeño, presenta una gran diversidad altitudinal y climática, por lo que incluso variaciones pequeñas en temperatura o precipitaciones generan desequilibrios severos.
Ejemplos reales de impacto:
-
En los páramos andinos, el aumento de temperatura está desplazando especies hacia zonas más altas, donde ya no hay suficiente alimento ni espacio, lo que puede causar una extinción en cadena.
-
Las rutas migratorias de aves como los colibríes se ven alteradas por los cambios en la floración de las plantas, afectando su alimentación.
-
Los anfibios, muy sensibles al calor y la sequedad, están desapareciendo en zonas donde ya no se forma niebla de montaña.
🔬 Además, el cambio climático facilita la aparición de enfermedades y favorece el ingreso de especies invasoras que compiten o depredan a las endémicas.
3. Enfermedades emergentes
En las últimas décadas, se ha documentado un aumento preocupante de enfermedades infecciosas en animales silvestres, muchas de las cuales están vinculadas al estrés ambiental, la introducción de especies foráneas y la pérdida de hábitats.
Caso emblemático: la quitridiomicosis
Esta enfermedad, provocada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, afecta la piel de los anfibios, bloqueando su respiración y absorción de agua. Ha causado la extinción de más de 200 especies en el mundo, y varias en Ecuador, como la Atelopus ignescens (sapo jambato), considerada extinta hasta su reciente redescubrimiento.
Muchas especies mueren antes siquiera de ser identificadas por la ciencia. La destrucción del hábitat también reduce la resistencia inmunológica de los animales y favorece epidemias.